Los LED son una tendencia creciente en la iluminación del hogar, ya que ofrecen una serie de ventajas con respecto a las bombillas tradicionales.
Una de las mayores ventajas es la reducción del consumo de energía. Las bombillas LED suelen consumir menos de la mitad de energía que una bombilla estándar, con una luminosidad equivalente.
Otra razón para la reducción del uso de energía es la ausencia de radiación o emisión de calor de la fuente de luz. De hecho, la bombilla LED media no se calentará lo suficiente como para quemarte.
Sin embargo, esto no significa que las bombillas LED sean inmunes a los puntos calientes. Como ocurre con cualquier elemento calefactor resistivo, algunas bombillas LED producirán más calor que otras.
Esto puede conducir a un sobrecalentamiento localizado, haciendo que el LED sea más propenso a quemarse prematuramente. Un mantenimiento vigilante es clave para mantener la longevidad de la bombilla LED en todos los entornos. Con los cuidados adecuados, cualquier bombilla LED puede durar años.